El paradisíaco islote de Areoso es un lugar despoblado. En esta pequeña ínsula situada en plena Ría de Arousa no vas a encontrar ningún rastro de civilización, a excepción, claro está, de los restos arqueológicos.
El islote de Areoso es un entorno protegido. Cuidarlo es una labor de todos aquellos que lo visitan para disfrutar de su encanto y su belleza. Además, al pertenecer al Complexo Intemareal Umia-O Grove, cuenta con diversas figuras de protección. Este Complexo está catalogado como Zona Húmeda de Importancia Internacional en el convenio RAMSAR, además de pertenecer a la Red Natura 2000. Cuenta también con la denominación de zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). Algo que nuestros pajarillos agradecen enormemente, ya que esta pequeña isla es hogar de especies protegidas.
Por ello debemos de ser cuidadosos hasta de la manera en la que llegamos a Areoso. Solo se puede acceder con barco. Pero hay barcos y barcos. El más sostenible, y por tanto el menos dañino para el entorno, es el kayak.
Aunque hoy solo os vamos a hablar de aves, no es lo único que nos podemos encontrar en Areoso. La duna central, ya por el mero hecho de ser una duna, cuenta con protección, al igual que toda la flora y el resto de fauna que nos podemos encontrar en el islote, tanto en la superficie como debajo del agua. Por tanto, es muy importante recordar que todo lo que pertenece al islote, debe quedarse en el islote. Del mismo modo que, si nos decidimos a visitarlo, todo que llevemos con nosotros debe volver con nosotros. Es una forma en la que, si todos ponemos nuestro granito de arena, nunca mejor dicho, podamos cuidar este entorno único, y así poder seguir disfrutando del islote de Areoso durante mucho tiempo.
El islote de Areoso: un santuario de especies protegidas
Son varias las especies que nos podemos encontrar si visitamos el islote. Destacan sobre todo tres: la gaviota, la gabita y el gaviotón. Así nombradas, parece que os estoy hablando de gaviotas, pero de diferente tamaño. Si y no. Son de diferente tamaño, pero no todas las aves que encontramos en el mar son gaviotas. Vale que son similares, pero se trata de especies diferentes.
La más común, la gaviota patiamarilla, es la que todos tenemos en mente. No son tan atrevidas como las que te puedes encontrar en las Islas Cíes , pero sí que protegen su territorio. Sobre todo, en época de cría. No te acerques a las gaviotas de Areoso en época de cría. Puedes llevarte un susto bastante desagradable. El no acercarte a ellas es algo bastante fácil de cumplir, ya que están en la zona dunar, a la que no está permitido acceder, valla incluida. Es más, las gaviotas suelen posarse en los postes de la valla, y desde allí observan al visitante. Una imagen muy curiosa, a la par que un pelín siniestra, si quieres mi más sincera opinión.
Por otro lado, tenemos el gaviotón. Como su nombre indica, es el más grande de los tres. Con una media de metro y medio de envergadura, esta ave omnívora puede convertirse en un gran depredador, sobre todo en época de cría. Se trata de una de las especies protegidas que podemos encontrar en el islote de Areoso.
Pero estas dos aves y la gabita, de la que hablaremos en un momento, no son los únicos inquilinos alados de la ínsula. Si tienes un poco de suerte, podrás avistar alguno de los magníficos cormoranes que pululan por las inmediaciones.
La gabita: un ave en peligro de extinción
El ostrero euroasiático, comúnmente conocido como gabita, merece un apartado especial. Y es que este simpático pajarillo, uno de los habitantes del islote de Areoso, es un ave en peligro de extinción.
A pesar de su innegable parecido con la gaviota, la gabita se reconoce fácilmente por su plumaje blanco y negro y su pico de color rojo. Están presentes en todo el litoral atlántico, desde Rusia hasta la Península Ibérica (Galicia, Asturias y delta del Ebro), y en puntos del Mediterráneo, ya que son aves migratorias. Y Areoso es uno de sus lugares de cría.
Proteger Areoso también implica proteger a esta ave en peligro de extinción. La degradación de su hábitat debido a acción humana supone un gran problema para estas aves, por lo que es un trabajo de todos cuidarlo, para poder seguir disfrutándolo y para darle a estos animales un lugar seguro donde vivir.