Información sobre el

Dolmen Areoso

Areoso es un islote lleno de historia. Y los restos megalíticos encontrados bajo el arenal son la muestra perfecta de ello. Pero, antes de hablar sobre las mámoas que se encuentran en él, queremos agradecer al equipo de Guidoiros Dixital y a Patricia Mañana Borrazás el compartir con nosotros sus conocimientos y estudios realizados en el islote para su divulgación en este portal web.

El ilsote de Areoso cuenta con hasta 5 construcciones megalíticas. Lamentablemente, el paso del tiempo y la exposición a las inclemencias climatológicas, provocaron que algunos de ellos estén prácticamente derrumbados o irreconocibles.

Pero también nos encontramos con construcciones que están en perfecto estado, como es el caso de la conocida como mámoa 4. Teniendo en cuenta sus características, estas son construcciones que se sitúan en el Neolítico (4500-2000 a.C.). Además, el hecho de que se encuentran en un islote y que alcancemos actualmente a conocerlos es todo un hallazgo.

A continuación, queremos nombrar a cada una de las mámoas identificadas en Areoso, aunque es cierto que se estima la posibilidad de que bajo las dunas se encuentren más construcciones similares.

Mámoas

Las cinco mámnoas descubiertas en Areoso

Actualmente, solo 3 losas de granito de las posiblemente 6 que formaban la denominada mámoa 1 siguen en su posición original. En su interior, una cámara funeraria de planta poligonal de 1,10 metros de ancho, no se encontraron hallazgos de interés cuando José Manuel Rey García realizó la excavación en la zona. Esta es una construcción afectada por la erosión del mar, de ahí que su estado actual sea bastante pésima.

Cuando se realizaron las excavaciones en la conocida como mámoa 2, esta se encontraba bajo 2 metros de arena. Con 7 metros de diámetro, esta cámara estaba formada por una veintena de pequeñas losas de granito. En las proximidades de la misma, se encontraron diversos vasos de cerámica que, tras estudiarlos, se pueden datar en la primera mitad del III Milenio a.C.

Nombrada como mámoa 3, esta fue descubierta debido a la erosión que se viene dando en el islote de Areoso en los últimos años. Así, se pueden observar 5 losas de granito que forman una estructura con 1 metro de diámetro.

La mámoa 4 es sin duda la más conocida en Areoso, principalmente porque se encuentra en perfecto estado y fue en la última en la que se llevaron a cabo excavaciones (2017). Una cámara funeraria completa que aún conserva la losa superior. Esto se debe principalmente a que este dólmen se encontraba sepultado completamente hasta que la erosión lo descubrió parcialmente, dando pie a las excavaciones oportunas que lo dejaron completamente descubierto. Como medida de protección, el Servicio Provincial de Costas de Pontevedra del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente construyó un muro de contención para proteger el dólmen y minimizar la acción del mar sobre el mismo.

Como curiosidad, la mámoa 4 estaba totalmente cubierta por conchas de ostras.

Descubierta principalmente por la bajada del arenal en el islote, la nombrada mámoa 5 es un túmulo de nos 9 metros de diámetro recubierto por una coraza de piedras de granito totalmente destruída por la acción del mar.

Es necesario tener en cuenta que si estas construcciones se conservan es por el hecho de que estaban bajo el arenal. Pero, tal y como se está comprobando en los últimos años, la zona dunar de Areoso está perdiendo volumen, reduciendo su tamaño y dando como resultado el descubrimiento de las mámoas que a su vez quedan expuestas a las inclemencias climatológicas y a la acción del mar.

Curiosidades de los hallazgos

Los cuncheiros

Tal y como indicamos anteriormente como dato curioso sobre la mámoa 4, esta estaba rodeada de conchas de ostra. Pues este no es el único caso, ya que en torno al dolmen se hallaron los “cuncheiros”, que vienen a ser los antiguos vertederos. Es decir, zonas en donde se depositaban restos de comida, principalmente conchas, de ahí su nombre. Y son estas conchas las que juegan un papel importante en la conservación de la mámoa, ya que su aporte en carbonato cálcico favorece la conservación de restos orgánicos, como son el caso de los huesos. Estos “cuncheiros” se sitúan en la Edad de Bronce gracias a que junto a los restos de animales se encontraron también material cerámico, momento en el que las mámoas quedaron en desuso para los enterramientos.

Orientación del dolmen

Una mámoa habla de mucho. Y una de la cosas que nos muestra es el momento en el que fue realizado. ¿Cómo? Pues por la orientación de la entrada de la cámara, que se sitúa cara la salida del sol para que este inundara de luz de la misma. De esta forma, en Galicia estas se encuentran orientadas al sureste, coincidiendo con la salida del sol en los meses de otoño-invierno. La intención era que el sol pudiese entrar en los meses más fríos, mientras que el resto del año la luz entrase de forma reducida.

Visita el

Islote de Areoso